(semifinal de Copa del Rey entre el 'matagigantes' y el todopoderoso Barcelona)
No os preocupéis, jugadores del Mirandés. Sois una luz brillando en el césped de los ricos, los importantes, las figuras bien pagadas, bien mediatizadas hasta el aborrecimiento.
Sois un perfume que invade suavemente el habitáculo del dinero. Sois los descendientes de un Cid Campeador cruzando con su séquito y su bravura las vastas tierras de vuestras llanuras, sedientas y frías. Y sois, en definitiva, un hálito de Dios soplando suavemente sobre los valores morales que se están esfumando, desapareciendo, desintegrándose, recordándonos que David aún puede luchar contra Goliat, simplemente por que tiene buen hacer y le sobra coraje. No os preocupéis, jugadores del Mirandés. Vuestra lección es otra y en ella sois sobresalientes.
Graciela G. Rivas
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