QUEREMOS UNA ANTORCHA ABIERTA

QUEREMOS UNA ANTORCHA ABIERTA, NO ELITISTA, EN LA QUE TODOS LOS MIEMBROS DEL TALLER PUEDAN PUBLICAR SUS OBRAS SIN RESTRICCIONES. SOBRE TODO A LOS NUEVOS... ANIMO

miércoles, 28 de marzo de 2012

O VALOR DO PEIXE

Cando eu era rapaciña o peixe era a comida dos probes. Na nosa casa sempre abondou porque o meu pai e os meus tíos de Seaia eran mariñeiros. Cando rematei o bacharelato o meu pai, como premio, concedeume un desexo: ir un día no barco ó mar a ver pescar. Daquela os fillos dos mariñeiros ían nas gamelas ou nos barcos sen problema.
Saímos ás cinco da mañá cara o cantil onde ían pescar. Era verán e logo alboreou. Sobre as sete, papá (que patroneaba o barquiño) parou o motor e tódolos mariñeiros saíron á cuberta para escomenza-las maniobras.
Papá mandou encende-lo maquinillo e izar e larga-lo aparello por estribor. Era un copo de arrastre. Despois o barco foi arrastrando ó aparello polo fondo do mar para colle-lo peixe. Esta tarefa durou unhas dúas horas.
Parou o barco e o inicia-la tarefa de ergue-lo copo para subilo abordo decatáronse de que prendera no fondo con risco de ladea-lo barco e afundilo. Había que cortar o cabo e perder aparello e pesca (o pan de todos eles).
O meu pai parou o barco, sacou as botas e tirouse ó mar entre o asombro e os berros dos outros tripulantes. Saíu dúas veces á superficie e ó final logrou romper unha enganchada e salvou a marea e o aparello. Eu fiquei abraiada e o voltar, xa todos contentos, díxenlle: "Como fixeches tal tolería?". El tranquilo respostou: "Non é a primeira vez, nin posiblemente a última. Hai que salva-lo noso pan".
Foi unha experiencia extraordinaria e dende entón non podo oírlle a ninguén dicir que o peixe é caro. Custa moitas vidas de xente sinxela e honrada cada ano.

Muxiana

UN FELIZ DÍA DE PESCA

Aquella noche dormí inquieta pensando en que a la mañana siguiente tendría que levantarme temprano para acompañar a mi marido en un feliz día de pesca. Nunca quise desengañarlo puesto que le hacía mucha ilusión que lo acompañase para disfrutar con él, ¿cómo iba a decirle que para mí era un auténtico rollo? Madrugar, estar a la orilla del río en silencio esperando ver si alguna trucha picaba, pero... en fin. Es uno de tantos sacrificios que debe hacer una mujercita de su casa.
Apenas amaneció ya estaba él esperándome para que me vistiese. ¡No vaya a ser que perdiese la primera trucha del día! Cuando llegamos a la orilla, caían unas gotas finas que predecían un día lluvioso.
Nos apostamos en la orilla, yo media adormecida sosteniéndo la caña; él escudriñando los recovecos del río para ver por donde andaban aquellos bichos, como yo les llamaba. De repente un fuerte golpe me hizo espabilar; tiró de la caña y revolviéndose inquieta, una trucha grande y hermosa que se resistía al anzuelo. Mi marido grita: "¡Agarra fuerte! ¡No la sueltes que ya voy yo a ayudarte!".
En esto, un nuevo volantazo de la trucha me hizo perder estabilidad y... ¡Plaf! De cabeza al río.
¿Qué más puedo decir? Hacía frío y estaba empapada, y seguramente también habría pescado un buen resfriado.
A pesar da todo, yo sonreía y... ¿sabeis por qué? Tenía la perfecta excusa para no volver nunca más a "un feliz día de pesca".

Ada Louzao López

Caen las hojas...
y por la calle
los niños van a la escuela
llenos de nubes los ojos.

Y con libros y con lápices
con la pasta y la libreta
el otoño, juguetón,
también va en su cartera.

Graciela G. Rivas

UN CUENTO QUE NO ES UN CUENTO

Mi cuento, que no es un cuento, si no una realidad aunque recuerde un cuento, surgió al recordar que yo no sabía pescar un pescado, claro, ni echar el anzuelo, pero sí podia pescar otras cosas en el mar, aunque en mi ánimo, ni en mi imaginación nunca estuvieran presentes.
Sucedió una mañana ociosa, en la que paseaba por la orilla de un mar muy en calma. La playa, urbana por cierto, estaba rodeada de casas, edificios de todos los tamaños y cafeterías.Paseaba descalza por las últimas olas que suavemente se desmayaban en la arena, engullidas por ella.
Entonces..... ¡Tropecé con algo! No era una piedra, era algo blando. Con el pie empecé a bordear aquello. Su forma era rectangular, como un paquete muy sellado por un plástico oscuro. Nunca había visto nada igual. Me incliné sobre él y discretamente, con una conchita, rasgué un agujerito en el plástico y extraje un poco..... como de tierra oscura, húmeda y maloliente, con un olor muy desagradable como a podrido.
Entonces empecé a comprender y tuve miedo. Un miedo racional. Miré alrededor, nadie se habia fijado en mí. Unos cuantos muchachos hablaban entre ellos en la barandilla. Sorprendida y asustada, como quien juega con algo, fui hundiendo aquel paquete en la arena, las olas de la marea alta, se encargaron de hacerlo desaparecer.
En el Telediario del mediodia anunciaban que unos contrabandistas habían tirado fajos de droga al mar aquella noche, al percibir que la Guardia Civil los perseguía.

Siempre me pregunté que habría sido del fardo aquel, o de mí si me lo hubiera guardado.

Graciela G. Rivas

A NENA

Agora os tempos son outros, xa o sei, pero eu estou soíña e non sei para que Deus me deixa vivir tanto. Funlle casada, ¿sabe vostede?, e o meu home, que en gloria estea que aló vai, traballaba o pobriño a terra allea, tanto se chovía ou neveba, como se caían os paxáros torrados co sol, para que na sobeira non faltase un bocado de pan.

Cando aquela mañá vin aparecer polo carreiro a don Silverio, fachendoso coma un rei no seu cabalo, souben que amencera para nós un deses días que o pobres tememos, porque sabemos que virán. E en contra dos que non temos defensa. Pedíume a filla, e eu sentín que me cortaban o corazón. "Aínda é unha nena. Déixea sequera un aniño máis na escola", roguéille. "Non, non", dixo o amo do predio onde me criei e no que naceran os meus pais. "Hai moito traballo e quéroa no pazo para a sacha das patacas". "Andivo maliña no inverno, señor, e non defende o xornal. Irei eu botarlles unha man no que faga falta", ofrecínme. "Que sexa ela", respondeu incomodado, "e dille ó Álvaro que veña buscar dous carros de herba seca. Non hai máis que falar". E foise.

A Minia ía para quince anos e era feitiña, porque tamén eu fora; dígollo humildemente, visto que nin a ela nin a min nos trouxo cousa boa. O día que marchou para o pazo non fun quen de pechar ollo en toda a noite. Sabía que o cabrón de don Silverio ía montala, como a min me montara o animal do seu pai. Os meus vellos, foran pagados cunha rella nova para o arado, e eu vendía a filla por dous carros de herba.

A nena esganouse na corte o día de San Pedro. Atopouna o seu pai; aínda estaba quente, pero xa non vivía. A dor quitounos ós dous forza do sangue para sempre. No enterro, tra da caixa, o pícaro máis novo do ferreiro choraba como un perdido. Nos vilares, camiño do cimiterio, cruzamos con don Silverio a galope e a súa rea de cans, que volvía de cazar. Virou a cara para o outro lado.

Carmen Gómez

ENTREVISTA A TITO, ALBAÑIL SUPERVIVIENTE

Tito vive en Santa Cruz. Es tosco, duro, un tanto primitivo, es albañil jubilado, pero es de esas personas que no se jubilan del todo nunca. Sabemos que se lleva mucho presumir de conocer a gente popular e importante; bueno pues yo presumo de ser amigo de Tito, albañil. Sé que puedo contar con él siempre.
¿Cuándo se valorará en su justa medida a las personas que se juegan la vida para que los demás disfrutemos cómodamente de sus trabajos duros, peligrosos que les cuesta la vida algunas veces?
Pescadores, marineros, albañiles, etc,... no se les agradece en su justa medida lo que hacen para que los demás disfrutemos cómodamente, sin ningún reconocimiento a su dura y peligrosa labor.
Le pregunto a Tito que opina de todo esto y... ni una queja; me dice que todo bien; me deja pelado la respuesta,...
Le pregunto cómo ve el mundo desde su punto de vista y me responde que muy mal. ¿Qué debemos hacer? Y me responde con la respuesta: "El problema es de educación, sobre todo" (que esto nos lo tenga que decir un albañil...).
No me atrevo a hacerle muchas preguntas porque sé que está incómodo con la entrevista, quiere seguir pasando desapercibido siempre.
Bueno, pues este señor está vivo de casualidad: hace muchos años, cuando era pinche de albañil estaba trabajando en la octava planta de un edificio en construcción, en la calle Calvo Sotelo y el edificio se vino abajo. De 18 obreros sólo sobrevivieron 4, entre ellos Tito. Esto es espeluznante pero él te lo relata como un acontecimiento cualquiera.
No me gusta presumir de nada pero sí presumo de ser amigo de Tito, albañil.

Jaime Meléndrez Zincke

EL MAGO DE LA COCINA

A ti, amigo Manolo
aunque sin gran protocolo
queremos homenajear,
ya con los estómagos llenos
de suculento manjar.

De los fideos con almejas
ni pizca de salsa dejas,
de las pizzas no se diga
no se deja ni una miga.

Las tortillas que tomamos
hasta los dedos chupamos,
¡Ay, Manolo qué majo,
cómo preparas el rajo!
Y esos chorizos fritos
que son manjares benditos.

Las empanadas sabrosas
que llevan cientos de cosas
y que nuestro paladar
no cesa de saborear.

Tus deliciosos licores
de variados sabores
en lo cual eres artista
y a un ciego dan la vista...

Como ya está bien de comer,
a ti Manolo queremos
tus méritos reconocer
y si algo se ha omitido,
¡perdónanos buen amigo!

Marcelino Sánchez Rodríguez

lunes, 26 de marzo de 2012

DESDE LA SILLA ELÉCTRICA

La oratoria como forma de expresión y una manera diferente de percibir tu entorno.

Cada lunes los asistentes a clase de periodismo disertamos, ante toda la clase,
sobre un tema elegido por nosotros.

El comienzo es “terrorífico”, pero si consigues tranquilizarte, el tema es interesante y  logras captar la atención de los compañeros, resulta estimulante.

El llegar a hablar bien en público, que es el origen de esta clase de oratoria, es importante, pues da prestancia y distinción al conferenciante. Y aunque nosotros, de momento, no tratamos de emular a los grandes maestros, sí nos gustaría poder exponer nuestros temas e ideas de forma amena, transmitiendo a los demás nuestros comentarios y opiniones a través de la palabra.

Sé que no es fácil. Y para algunos, sentarse frente a los compañeros es una experiencia traumática y puedo decirlo con conocimiento de causa ¡pues acabo de pasar por ello!  Pienso que es algo parecido a sentarse en la silla eléctrica. ¡Sólo que esto es peor¡ ya que estás obligado  a permanecer en ella un mínimo de cinco minutos. Para los que todavía no hayáis pasado por tan terrible experiencia, debo advertiros que estéis  preparados ¡los lunes son eléctricos!

María Pilar

martes, 20 de marzo de 2012

UNA CRISIS DE LARGA DURACIÓN

 Debido a la perdurable crisis que estamos padeciendo, un nuevo número de pobres se ha venido a sumar al ya existente.. Personas que hasta el momento tenían cubiertas sus necesidades mínimas, han pasado a engrosar dicho grupo. Es triste, sobre todo, porque la mayoría corresponde a personas mayores, aunque no se salva por completo ninguno de los grupos existentes.  .
Lo peor es que algunos de estos grupos nunca podrán remontar la crisis debido a su edad. Más fácil lo tienen los jóvenes, que si bien en este momento la afrontan como los demás, saben que ésta pasará y todavía dispondrán de tiempo para alcanzar un futuro mejor.
Las que se encuentran totalmente desbordadas son las ONGs (Cocina Económica, Cáritas y cualquier otro centro dedicado a la ayuda de los necesitados) aquí es dónde,  mayormente, se nota el aumento desproporcionado de personas que pasan a depender de sus ayudas.
Y eso que lo peor no ha llegado, todavía no hemos tocado fondo. Los trabajadores ven como se vacían no sólo sus bolsillos sino también sus insignificantes cuentas corrientes. Y mientras tanto, las medidas tomadas por el Gobierno, castigan con más rigor, precisamente, a los más humildes. Es muy triste que nunca se atrevan a enfrentarse con los poderosos.
Solamente con rebajar el sueldo a los altos cargos y eliminar ese número elevadísimo de chiringuitos que tanto proliferan, se ahorrarían muchos millones de euros y sobre todo, se pondría a trabajar a ese incontable número de recomendados que están viviendo a  costa del resto de los trabajadores y del país.
Si a estas medidas sumamos el dinero negro y las cuentas en países, por todos conocidos, pienso que no sería tan difícil cuadrar las cuentas. El problema es que el nepotismo está tan extendido en nuestro país que erradicarlo supondría todo un problema. ¿Por qué no somos coherentes cuando tomamos decisiones? ¿No es un contrasentido que cuando elegimos a determinada persona para un cargo ésta desconozca totalmente todo lo relacionado con el mismo y que a la vez haya que nombrar a otra persona para que lo asesore?   Pienso que lo normal sería nombrar para el cargo al asesor, que es el que realmente conoce todo sobre el tema y está capacitado para resolver cualquier problema que se plantee y no a una persona que lo único que sabe, quizá con esfuerzo, es firmar.
Por favor seamos consecuentes y aprendamos a valorar a las personas por su  capacidad  su competencia, que deberá acreditar al presentarse para el puesto a cubrir y no se lo demos a uno de esos inútiles que tanto abundan en nuestra Patria y que siempre consiguen los mejores puestos.
Dirigir un país no es fácil pero tampoco imposible sólo hace falta un  poco de sentido común ¿Alguna vez aprenderemos a usar este sentido? 
MARIA PILAR

viernes, 2 de marzo de 2012

PASAN OS SOLES

Pasan os soles......
Veñen a derretirse no barro mais íntimo
as derradeiras estrelas.
As luces que inda onte brilaban nos ollos
estremécense e caen.
Mais... ainda hai algo que non morre
neste currucho meu.
Algo que me achega os anxos e me ata a terra.
Algo que non sei como se chama
pero que pon a antiga canción
nova letra.

UNHA HISTORIA CIRCULAR

“…que empeza e remata no mesmo lugar”.
¿Qué ben se está nesta beira do río! Séntome eiquí, nesta pedra tan grande, pecho os ollos e vexo pasar por diante deles a miña vida.
As Martelas, como nos chaman por eiquí, temos sona de moi traballadoras. Sendo aínda unha meniña coidaba de galiñas, daba millo ás vacas, botaba auga ás leitugas,… pero tamén era moi feliz; xogaba moito cons meus avós que me levaban ás cabaliñas coma unha besta trotona; eu ría e ría…
Casei moi nova e o meu home, que era albanel, traballaba de noite a día. Polas noites, á luz do lume da lareira, falabamos e falabamos do que queriamos facer. Alí, na aldea, non viamos saída e marchamos para Suíza. Alí, traballamos a reo e fixemos uns cartiños, pero voltamos axiña pois non queiramos que a nosa filla nacera no estranxeiro.
Tivemos unha preciosa meniña que lle chamamos Melaní coma a filla da miña patrona en Suíza.
Seguiamos a falar coma sempre polas noites, do que desexabamos para a nosa filla. Sería moi fermosa e ademais, estudaría na cidade; sería mestra polo menos e gañaría moitos cartos; vestiría de señorita, casaría cun rapaz da cidade,… e falaría castelán como a xente da Coruña.
………..
Melaní se sienta en la gran piedra de granito a la orilla del río, como lo hacía siempre su madre. Era su lugar favorito. Oye el susurrante murmullo del agua que mansamente corre y corre siempre en la misma dirección.
Cierra los ojos y deja transcurrir plácidamente el tiempo y piensa: ¡Si mi madre pudiese verme… Estaría feliz! Su sueño se había cumplido; ella, su hija, era una señora fina, ganaba mucho dinero, siempre bien vestida y bien peinada y sobre todo… se expresaba en un fluido y correcto castellano; sólo pondría un “pero”. Su nieta, mi hija Ángeles era rebelde, inquieta, discutía mucho conmigo, por la vestimenta sobre todo y por su lenguaje pailán como diría mi madre.
La pobre Melaní pensaba: “¡Si te llega a ver tu abuela!”.
………..
Ánxela, como quería que a chamaran, falaba sempre en galego; un galego correcto, aprendido nos libros e sentido na alma.
Sempre que podía tornaba á terra da súa avoa e como se dunha herdanza se tratase, gustáballe como a ela, sentarse na pedra grande do río, pola que non pasaba o tempo… Alí seguía coma sempre.
A auga bicaba os seus pés e tamén ela pechaba os ollos e soñaba, soñaba… ¿Qué soñaba Ánxela? Ela quería que a lingua da súa avoa, fose valorada e querida por todos; sen odios, sen censuras, sen rencores, sen obrigas,… sen liortas.
Ada

AL MIRANDÉS

(semifinal de Copa del Rey entre el 'matagigantes' y el todopoderoso Barcelona)
No os preocupéis, jugadores del Mirandés. Sois una luz brillando en el césped de los ricos, los importantes, las figuras bien pagadas, bien mediatizadas hasta el aborrecimiento.
Sois un perfume que invade suavemente el habitáculo del dinero. Sois los descendientes de un Cid Campeador cruzando con su séquito y su bravura las vastas tierras de vuestras llanuras, sedientas y frías. Y sois, en definitiva, un hálito de Dios soplando suavemente sobre los valores morales que se están esfumando, desapareciendo, desintegrándose, recordándonos que David aún puede luchar contra Goliat, simplemente por que  tiene buen hacer y le sobra coraje. No os preocupéis, jugadores del Mirandés. Vuestra lección es otra y en ella sois sobresalientes.
Graciela G. Rivas

MEDO EN MUXÍA

Os Muíños (en Muxía) foi decote un lugar tranquilo. As súas 200 casas unifamiliares estaban sen fechar todo o día. Os veciños, con algunha discusión, leváronse ben de sempre.
A semana pasada todo cambiou. Un veciño novo, “Pichón” foi tiroteado na porta do seu taller de lavado e engrase. Ninguén viu nada. Eran as 8 do serán.
O rapaz saía nun coche do seu taller e un (ou uns) descoñecidos, que non chegou a ver, pegoulle 4 tiros. O seu pai sentiu o ruído e saíu á fiestra, pero non viu a ninguén. Baixou e atopou ó seu fillo, dentro do coche, cuberto de sangue.
Rapidamente meteuno noutro coche e trasladouno ao hospital “Virxe da Xunqueira” de Cee, onde chegou xa sen coñecemento.
Por sorte os disparos non lle alcanzaron ningún órgano vital e xa está na súa casa.
A semana foi axitada. Policías, garda civil, televisións, fotógrafos e xornalistas rondaron polo noso lugar toda a semana en busca da noticia.
Xa todo pasou, pero queda o medo. O medo dos veciños (a maioría xubilados) fai que agora todo o mundo peche as súas portas todo o día e moitos (os que non o tiñan) fixéronse cun can, para que avise da chegada de “intrusos”.
Muxiana

¿ESTÁ EL BOTELLÓN EN DECLIVE?

Mucho me hace pensar, si el botellón ya tiene a desaparecer, es decir está en crisis. Puede que existan muchos problemas para practicarlo; como puede ser los lugares en que se autoriza a realizarlo, así como la gran cantidad de asistentes a estas reuniones y a las cuales cada día asiste más gente, obligando a utilizar cuentagotas para repartir el líquido elemento. Actualmente considero que está en auge el barrilón me refiero a esos barriles que a las puertas de gran cantidad de cafés y bares podemos ver en muchos casos uno a cada lado, cual si fuera la guardia del Palacio de Buckingham, aunque un poco más barrigudos aquellos. Veo a gran número de personas alrededor de los mismos, casi todos fumando, creo que es para la madera del barril absorba todo el humo y poder tener vino ahumado, cual si fuera salmón, bacón o arenques.
Espero que no se necesite utilizar el cuentagotas y que se enchufen varias gomas al barril, cuando contenga y poder degustar el sabroso vino ahumado.
Marcelino Sánchez Rodríguez

¡NO! A LA SOLEDAD

Durante muchos años he temido a la “SOLEDAD”. La “SOLEDAD” no existe. En la mente este pensamiento me producía gran malestar y tristeza, ahora después de haber tenido una experiencia las ideas que en mí brotaban ya han pasado al olvido.
Voy a relatar lo que me sucedió. Era un día de verano, con mucho calor y me encontraba sólo. Fui a sentarme sobre la fresca hierba bajo la sombra de un hermoso roble (que considero debe ser centenario) el cuál con sus verdes hojas, me proporcionaba la sombra y el frescor que tanto necesitaba. Cuando mi pensamiento comenzaba a sentir la palabra “SOLEDAD”, una ligera brisa hizo emitir a las ramas del robusto roble una dulce música que semejaba estar ejecutada por una gran orquesta sinfónica, ello dio lugar a que ya olvidara esa palabra o pensamiento que tanto nos abruma. En ese momento no solamente me sentía acompañado de una sola persona sino que eran todos sus músicos. No finaliza aquí mi vivencia ya que pocos minutos después pude escuchar el canto de los pájaros en las ramas del viejo roble, y en su canto me daban fuerza para olvidar tan triste palabra.
Marcelino Sánchez Rodríguez

¿SOY ADIVINO?

En el número 30 de La Antorcha, publicada el 20 de mayo de 2011, daba a conocer la apertura de la avenida de General Sanjurjo con unas anchísimas aceras así como una enorme mediana, dejando un solo carril en cada dirección para la circulación de vehículos.
Parece ser que nuestros ediles actuales pretenden con buen sentido, a mi modesto entender, hacer desaparecer dicha mediana que tantos disgustos causa a los pacientes conductores. Ruego a los dirigentes de nuestro municipio que tengan mucho cuidado al retirarla y que procuren que no rompa, por si otros regidores desean volverla a colocar cual si fuera un puzle o unos grandes tiestos de quita y pon, así las arcas municipales no se verían vacías. La inauguración de esta avenida tuvo lugar el día 4 de febrero de 2011.
Quiero dejar bien claro que esto tenía que ocurrir, por eso quiero manifestar que no soy ningún pitoniso y espero que no me vengan a preguntar cuales van a ser los resultados de partidos de fútbol para cubrir la Quiniela, los números que van a salir en la Primitiva o en el Euromillón.
Marcelino Sánchez Rodríguez

SER LIBRE Y FELIZ

La esclavitud, tal como se conoce en su esencia, quizá ya no exista en ninguna parte; pero hay otros tipos de relaciones sociales que pueden considerarse parecidas a ella y que mucha gente las soporta con extraño compromiso. Por el contrario también hay grupos que son totalmente libres; en esos grupos me incluyo yo. El resto de la sociedad califica, por lo regular a estas personas, de raros (a mí eso me halaga y siempre respondo que no soy raro; soy rarísimo).
Por lo regular, el raro o rarísimo es multimillonario en libertad; también es un ser feliz porque hace lo que a EL le va mejor, sin tener en cuenta las modas, los hipercomercios, la TV, etc,… Aquellas personas te dicen que no es así porque ni se dan cuenta de su esclavitud.
El hombre libre es casi siempre feliz porque disfruta en todo lo que le ofrece la vida cada día; convierte las pequeñas cosas en gigantescas; puede estar solo y ser como multimillonario con esas pequeñas cosas; se considera más importante y más feliz que la mayoría de los multimillonarios que los “pobres” no pueden ser autenticamente libres.
Si, es cierto que los que somos libres pagamos el tributo de que a veces nos rechacen porque hablamos otro “idioma” pero no nos molesta; todo menos perder la libertad, la personalidad, la originalidad, etc…
La tristeza, el pesimismo, etc… no existen en sí sino que somos nosotros los que nos centramos en los problemas; olvidamos que frente a algunos problemas que siempre tendremos, tenemos muchísimas cosas positivas, buenas, que es lo que nos hacen verdaderamente multimillonarios. Debemos de saber aparcar al comenzar el día esos pocos problemas y reparar uno por uno todos los inmensos “tesoros” que poseemos.

Jaime Meléndrez Zincke

jueves, 1 de marzo de 2012

UN DIA MEMORABLE


Salimos del bar entre ruido de cáscaras de cacahuetes pisadas y gritos de jubilo. Personas hasta ahora desconocidas intercambiaban sonrisas y alegres comentarios.  Mis suegros, mi santa, yo y nuestros hijos, reíamos en una insólita camaradería. Digo insólita porque no es fácil en este nuevo siglo de seres ensimismados en sus maquinas, ver tres generaciones tan dispares juntas en la calle, y aun mas, comunicándose con tan franca y sencilla alegría.
Fuera, en la tarde primaveral, se sentía una  especie de sordo clamor, gritos, bocinazos, cánticos, bombas de palenque…. Nos sumamos a la multitud que como si de una peregrinación se tratara, acudía a la plaza… pero no era una peregrinación solemne, ni triste, ni “espiritual” al uso… Era una imparable marea de alegría, en la que vacilaban y confraternizaban sin recelo recios chavalotes de botellón y calimocho con severos abuelos que habían aparcado su cachaza para otro día menos afortunado. Niños rescatados de los parques infantiles para la fiesta y adolescentes que habían olvidado momentáneamente a Alejandro Sanz o Britney Spears cantaban en confusa mezcolanza con adustos administrativos, audaces capitanes de empresa, o concienciados sindicalistas. Una caterva de chavales y algún que otro intrépido veterano se jugaban el físico botando y remojando su jubilo en la fuente del centro de la plaza coreados por la masa enronquecida. Madres que habían abandonado momentáneamente su protectora gravedad, levantaban a los niños más pequeños sobre sus cabezas para que no se perdieran detalle de aquel momento que todos intuían vagamente como algo irrepetible.
¿Qué ocurría en aquella pequeña y tranquila capital de provincia en el Finisterre europeo, que solo de vez en cuando atraía la atención de los medios a causa de las catástrofes ecológico-navales que sucedían en sus costas, para que de esta manera quedaran abolidas, aunque fuese un solo día, las diferencias sociales, culturales y generacionales?
¿Alguna apabullante victoria electoral? ¿Alguna improbable declaración de independencia? ¿Alguna  inauguración de cualquier “octava maravilla del mundo” arquitectónica por su alcalde-faraón? ¿Quizá la concesión de algún titulo de “Monumento-conjunto-histórico-artístico-patrimonio-de-no-se-que” por alguna institución internacional? Tampoco había ya guerras con las que se pudiera festejar un armisticio…
¿Qué había pasado?
Que un devoto patizambo brasileño, venerado por las placeras del mercado de San Agustín, suspendido unos eternos segundos en el aire de Riazor entre una nube de zagueros, cabeceo el balón a la red contraria. Delirio contenido en las gradas y en las calles, luego desbocado cuando su compañero holandés anoto el segundo gol que aseguraba la victoria y el paso a la historia de aquel 19 de Mayo.
¡¡¡El “Depor” campeón de liga!!!   ¡¡¡Y justo en el año 2000!!!
Ejem… Puede que a algunos “puristas” les parezca ridículo calificar de “Historico” un logro deportivo, y más en algo tan mercantilizado como el futbol. Pero… ¿Acaso es solo Historia la memorización de sangrientas batallas? ¿O que tal ejercito haya invadido cual país? ¿Quizá que  aquel gobernante fue derrocado por tal revolución? ¿O que tal Rey mando construir  aquel magnifico  monumento?
¿Acaso aquella tarde de comunión popular no merece un pequeño lugar en la historia? Muchos de los hechos que se recogen en la escrita con mayúsculas, tienen un origen y un desarrollo más banales que los de aquel día memorable del 2000.
En cuanto a la irracionalidad de la alegría producida por triunfos deportivos, ya es materia que queda para otros trabajos.

Ovidio