Existe el mundo, el que habitamos y conocemos en el
todas las cosas. En este mundo estamos todos, amontonados, mezclados,
derrotados, triunfando, vegetando… Pero yo pienso que hay otro mundo o
submundo, que solo a través de los años y no para todas las personas, se
percibe, se da uno cuenta que existe y es muy importante: Ese mundo es el mundo
del hombre solitario, independiente.
Sí se sabe llevar
bien, y eso requiere tiempo para percatarse de que lo que parece una tragedia
es una gran ventaja si lo sabes manejar adecuadamente. Yo creo que soy esa
persona.
Don Juan Carlos I es
el Rey de España, el Jefe del Estado y manda en todo el país. Pero… en mi casa,
que es mi mundo, mando yo y nadie más. Soy el rey de mi vida.
Por circunstancias
especiales, yo vivo solo después de haber tenido conmigo una familia numerosa,
incluido perro. Cuando me quedé solo se me vino el mundo encima y lo pasé muy
mal. Pero gracias a Dios, después de un largo periodo de tiempo, logré salir a
flote sin ahogarme, cuando estaba a punto de sucederme.
Descubrí que teniendo
muchas cosas que hacer, cosas de todo tipo, desde las tareas domesticas, vivir
intensamente la naturaleza, astronomía… de todo. Todo me interesa y me ocupa el
tiempo, no dejando lugar a aburrirse y deprimirse. Soy el rey de mi “mundo”, hago todo lo que me apetece, pues no
tengo quien me contradiga, y me siento muy satisfecho al acabar el día y
ver las mil y una cosas que hice, sin tener que rendir cuentas a nadie.
Y es que el mundo de
siempre tiene cosas muy buenas pero también otras increíbles, sobre todo cuando
interviene el mogollón humano. Parece que los grupos se estropean en lugar de
mejorar aunando ideas. El hombre independiente vive mucho mejor, si sabe hacer
siempre lo que al le va en su “reinado”, pues hará lo que le conviene y le
satisface.
Naturalmente que la
independencia total no es la perfección. El hombre es sociable por naturaleza y
siempre necesita relacionarse con otras personas, pero creo y experimento que
cuando está uno solo es cuando mejor se siente, porque hace lo que le va mejor
para sentirse realizado, cosas que no puede hacer en grupo, pues tiene que
someterse a la “democracia” del montón, sea familia, amigos, etc. Por lo tanto
sí al grupo… a ratos.
Los grandes inventos,
los grandes descubrimientos, las grandes obras literarias o musicales, casi
siempre han salido de la inspiración de un hombre observando, pensando él solo.
Animo señores
jubilados, el mundo es nuestro si sabemos vivirlo con entusiasmo y adecuado a
nuestras circunstancias. En realidad somos unos privilegiados, pero tenemos que
ser conscientes de esto. Decía mi admirado Facundo Cabral: “No estás deprimido,
estas distraído”.
En soledad también es mas fácil con Dios comunicarse y meditar con la
idea de que haya otro mundo allá arriba… si existe…Jaime Melendrez Zincke
No hay comentarios:
Publicar un comentario